Secuestrado, torturado y asesinado: Juárez sin el doctor Betancourt (y sin ocho más, por el momento)
Un mensaje de texto en mi celular juarense: unas horas después de que comandos armados irrumpieran en dos centros de rehabilitación y a balazos y granadazos asesinaran a cuatro personas, y dejaran heridas a ocho bajo la mirada de Policías Federales que no actuaron, según testigos. Más los tres asesinados durante la mañana, por ahora.
Es domingo, 10 de la noche, 5 de diciembre 2010:
Hola Judith. Malas noticias. Apareció
asesinado el Dr. Betancourt.
Lo llamo y se desahoga:
"Apareció torturado, un médico qué daño les hace. Uno intenta hacer la vida normal pero no hay futuro, no tiene quedarse aquí en un lugar donde no hay futuro, ni siquiera puedes trabajar. No hay trabajo y el poco que hay te matan por hacerlo, por trabajar honestamente.
No puedo creerlo. Espero que esto cambie, porque ya Juárez está muerto y más con esto, ya valió. Ya nada se puede hacer, con qué compras una vida".
El jueves -tras el secuestro del ortopedista José Alberto Betancourt, de 57 años, y profesor de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ)- hacia las 8 y media de la noche en el estacionamiento del Centro Médico de Especialidades me había llamado, con su voz entrecortada, nervioso, pero con la esperanza de que apareciera vivo.
Al día siguiente me comentó que los secuestradores pedían un rescate de 2 millones de pesos. Se estaban movilizando para conseguir el importe y con ello, venían los pequeños detalles para entregar el dinero como el vehículo que utilizarían. El prefiere mantenerse en el anonimato por seguridad.
En su casa, la doctora Leticia Chavarría, presidenta del Comité Médico Ciudadano, comienza a llamar a los doctores más cercanos para avisarles del desenlace del nuevo ataque a su gremio y a los pacientes que atendía, que se quedarán sin su médico. Este mismo gesto lo ha repetido por "20 ocasiones desde el 2008", el número de doctores que han sido secuestrados en Juárez.
Dos de ellos fueron asesinados tras ser secuestrados. El primero, el doctor Alfonso Rocha, que apareció el 10 de septiembre tras desaparecer durante mes y medio. Ahora le tocó al ortopedista Betancourt, que trabajaba en un centro hospitalario grande, a diferencia de las otras víctimas.
"Sientes una impotencia. Sientes angustia. Sientes dolor. Cómo en un segundo destrozan la vida de un doctor, de una vida dedicada a su profesión. Una persona tan decente, de corazón noble. En muchas ocasiones él hizo su labor sin cobrar", me comenta la doctora Chavarría.
Y me dice cómo en Juárez los médicos que no han huído de la ciudad están "dando a escondidas la consulta, en lugares sin letreros, sólo por citas, a puerta cerrada o en otros consultorios para que no los ubiquen".
De esta mujer de voz dulce surgen las exigencias para que no los maten. "Las autoridades no han hecho lo suficiente para que no sigan sucediendo hechos como éste. Aquí sólo la unidad del gremio sino de toda la sociedad -a nivel de exigencia- para que las autoridades atiendan la violencia que hay en esta ciudad".
No pagaron el rescate. Estaban negociando. Ayer sábado, hacia las 7 de la tarde, unos hombres armados abandonaron un cadáver en mitad de la calle Autlán en la colonia Felipe de los Angeles. El hombre asesinado tenía golpes por todo el cuerpo y su cabeza estaba envuelta en cinta adhesiva.
Según un comunicado de la Fiscalía General, el cadáver fue localizado sobre la vía pública boca abajo. Como huellas de violencia mostró heridas producidas por proyectiles de arma de fuego en extremidad cefálica y región dorsal.
Al parecer, los compañeros del Servicio Médico Forense encargados de realizar la necropsia lo identificaron en un primer momento. Y se comunicaron con la familia del doctor Betancourt.
*Al tomar esta foto en la Plaza de Armas de Ciudad Juárez, en el centro de Juárez -la zona donde desaparecen más mujeres desde hace 18 años- quise ver la normalidad: este año las autoridades han engalanado como nunca la plaza con luces para recibir a la Navidad.
La foto la tomé ayer sábado, en una jornada donde fueron asesinadas 16 personas: en la normalidad de matarte, secuestrarte o extorsionarte bajo el imperio de la impunidad (y ahora con luces navideñas).
La Policía Federal y el Ejército envíados por el gobierno federal rondan por las calles, como los cadáveres: 2 mil 916 personas asesinadas durante este año en Juárez, 7 mil 292 desde que comenzó la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente de México Felipe Calderón en enero del 2008. Y la vida sigue, como si todo esto fuera normal. Hasta que te toca.
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