La maestra Miss Ana, liberada: de las autoridades mexicanas




"Gracias, muchísimas gracias por el apoyo", dice esta juarense de 35 años y aspecto de niña buena.
Recuerdos que surgen y con ellos, las lágrimas, las preguntas. Piensa en sus compañeras en este tiempo de encierro, las que conoció en el Cereso municipal de Ciudad Juárez, tras 45 días en prisión, y sin ninguna indemnización, una disculpa de las autoridades: porque en México eres culpable hasta que se demuestre lo contrario.
Y me habla de ellas mientras la música de una orquesta en vivo suena en el jardín del fraccionamiento y los vecinos comparten taquitos en una fiesta soñada para la maestra inocente. Como en los viejos tiempos en Juaritos.
Comienza por Juana Imelda Cereceres. "Es una joven que también le pusieron droga en la llanta de su carro, vive en el penal con su hijo de 2 años porque no tiene quien lo cuide y a raíz de esto a su mamá le dio una embolia. Es de muy bajos recursos y está deseseperada, no tiene quien le apoye aquí afuera", dice Miss Ana.
Continúa con Marta Mar. "Está por un caso de lavado de dinero, ella abrió una cuenta de banco, la dejo de utilizar y la utilizaron para hacer lavado de dinero haciendo transferecias grandes de dinero cuando ella ni cuenta se había dado", afirma la maestra.
Y Miss Ana seguiría conversando de muchas otras. Sostiene que "el 60 por ciento (de las mujeres que están en la cárcel del Cereso municipal) son inocentes".
La maestra Ana Isela Martínez Anaya, conocida como Miss Ana, se convirtió en culpable el día en que el Ejército mexicano la detuvo poco antes de cruzar a El Paso (Tejas) por la línea Exprés, para dirigirse a su trabajo de maestra. Como desde hace 8 años.
Abren su maletero: 50 kilogramos de marihuana. Sembrados.
Súplicas a los soldados. Una llamada rápida a su esposo. La esposan. A la cárcel. De ahí, pasó al juez que nunca creyó en su inocencia, ni cuando sus abogados demostraron la buena conducta de la maestra con los testimonios de varios sacerdotes, ni sus premios como maestra del año en El Paso.
La maestra mexicana estaba a punto de ser sentenciada de 10 a 25 años de prisión cuando las autoridades estadounidenses, el FBI, desmanteló una banda que operaba entre Ciudad Juárez y El Paso y que confesó que había cargado con droga a varias personas que cruzan diariamente por la línea Exprés, entre ellas a Miss Ana.
Pero ella tuvo buenos abogados o quizá fue un milagro, como la maestra lo califica. Porque la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) reconoce que hay otras siete personas inocentes (según las autoridades estadounidenses) y que siguen en prisión en Ciudad Juárez porque sus abogados no han solicitado una revisión del caso.
Y porque aquí aunque denuncies que en tu automóvil te acabas de encontrar con una maleta extraña, que no es la tuya, y en esta hay droga, pasas de inmediato a ser culpable, a ser esposado, encarcelado, y si tienes la suerte de pagar un buen abogado, quizá se haga justicia y salgas al exterior de una ciudad donde el 97 por ciento de los crímenes son impunes, según datos de la Fiscalía General del Estado.
Antes de la celebración con sus vecinos y amigos, estuvo en la iglesia católica del Sagrado del Corazón, con sus dos hijos de 6 y 3 años de edad, y su esposo. Con su comunidad dio las gracias por haber sido liberada. Y rezó: por las que se quedaron.
***Los asesinados de este lunes fueron 7. Un adolescente a la entrada de un centro comercial junto a otro adulto, hacia las 2 de la tarde.
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